Sabotaje. Fin de la saga Falcó

Con el fin de esta saga, Reverte se afianza de pleno en la novela negra española ambientada en la Guerra civil.

Hay un paralelismo claro entre la trama de esta tercera parte: Sabotaje y el Premio Planeta 2010: Riña de gatos . Una historia es compleja, como una montaña rusa, con una exhaustiva documentación y profundidad en los personajes y la otra es totalmente plana. Ya sabemos como se las gastan en los Premios Planeta.

Sabotaje


Además de las opiniones vertidas en los dos capítulos anteriores de la saga, se puede mencionar que la idea de esta novela sigue la línea de las anteriores.

Una misión y una auto-conclusión al final de la misma. Se podría leer cada novela de forma independiente como ha hecho Zafón con su saga de El cementerio de los libros olvidados. Es fácil retomar el hilo de los acontecimientos aunque lo recomendable es seguir el orden de publicación en ambos casos.

La misión, como menciono en el párrafo anterior, se trata de sabotear sentimientos y emociones materiales y psícológicas con personajes tan conocidos de por medio como Pablo Picasso y la mismísima Marlene Dietrich.

Tal como ocurre en la pelicula Inception de Christopher Nolan, no se trata sólo de germinar una semilla del mal en un objetivo sino de aportar pruebas de forma sinuosa, de ganarse las emociones del perjudicado a pesar de las desavenencias y de las suspicacias de los personajes de alrededor tal y como retrata el gran Reverte con maestría.

Rigor y emociones parejas

Siguiendo la misma línea de chulo putas, Falcó no evoluciona, simplemente trata cada obstáculo como lo haría un lince. Lo estudia, lo observa, aprende y luego ataca

El resumen de estas tres novelas sigue la línea del párrafo anterior pero se ve sumado que dentro de la previsibilidad no hay nada nuevo, no te esperas lo que va a suceder aunque sea previsible si pasas una tarde viendo películas de los años 40 sobre gánsgters o El Padrino.

Lejos de la fantasiosa mentalidad de aquellos años, Reverte nos dibuja un Paris neutral en donde los cabarets y el costumbrismo del 37 está perfilado con el rigor que este autor sabe impregnar a todas sus obras. 

Las emociones que quedan bien perfiladas en cada uno de los personajes, son el reflejo del statu quo de la época. Parejas todas con la inquietud del no saber, del no conocer y de unos deseos imperiosos de que uno u otro bando con sus consignas y derechos, sea el vencedor.

Reverte firma, para mi, un magnum opus con esta trilogía, abierta a la continuación, para los amantes de la novela histórica y del cine negro.

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