Joe Abercrombie, psicólogo británico y editor cinematográfico, es el gran desconocido, por el momento, de la obra épica y fantástica, deja un listón tan alto que incluso Juan Gómez-Jurado y el mismísimo George R.R.Martin se rinden a sus pies como el renovador de la fantasía épica.
Glokta
Estoy enamoradísima de este tullido inquisidor, no solamente por todo lo que la obra contiene, sino que este es el mejor personaje de la trilogía. ¿Es el malo, es el bueno? ¡NO!
Aquí todos los personajes son grises, como diría Patrick Rothfuss que, de hecho, lo dijo en una entrevista; ni son buenos ni son malos, porque cada cual tienes sus propias motivaciones, unas más egoistas que otras.
La Primera Ley destila humor negro a raudales, unos giros y una prosa tan ágil que el primer libro lo lees antes que terminarte una ensalada o un BigMac, además de comprobar cómo todas y cada una de las piezas del primer tomo encajan perfectamente en el tercero, cual revelación se tratase.
La narración al ser en tercera persona y el hecho de añadirle en cursiva y en primera persona los pensamientos de Glokta, le dan un toque original a esta obra. Es fácil que una buena carcajada salga del lector ante tamaña originalidad con las salidas de tono y la espontaneidad de este personaje. Es sorprendente que el ritmo no decaiga desde el primer tomo hasta el último.
Es cierto que es una obra ágil, que se lee fácilmente pero la trama transcurre al ritmo que tiene que transcurrir. No hay un inicio con la introducción de personajes como suele ocurrir en otras sagas, comienza de súbito, de repente, pero el ritmo es el de una locomotora. Siempre el mismo.
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Originalidad a raudales
¿Cómo puede ser una obra alternativa a Juego de Tronos con la inquisición medieval de por medio original?
Porque no es una copia ni de uno ni de otro. Son aproximaciones a lo que conozco para dar una ligera idea de qué nos vamos a encontrar. Si los amantes de la fantasía épica, de espada y de un aderezo de magia están buscando obras alternativas a Brandon Sanderson, aquí la van a tener. Al que le guste la obra histórica, aquí tendrá reminiscencias de épocas pasadas y se imaginará este mundo ficticio con mayor facilidad.
Es cierto que esta obra no es para el gran público y que encontrará paralelismos con otras obras de fantasía. Es probable, pero no pasa de una mera anécdota.
Aquí, lo que os vais a encontrar es magia, personajes ficticios con un carisma digna de estudio, humor, mucho humor negro, y una historia que quedará por siempre en el imaginario colectivo.
Bienvenidos a la Primera Ley.
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