John Katzenbach, periodista especializado en tramas judiciales y aderezado con una madre psicoanalista, nos da como suma, y producto, este impresionante thriller psicológico en toda regla, en donde se invierten el auge y la caída de los personajes en un apocalipsis implacable.
Atecedentes de hecho
La especialidad de John Katzenbach en el periodismo ha sido crucial en la trayectoria inicial de la trama del libro para darnos a conocer cómo es posible destruir al protagonista de esta historia.
Con un nombre que ya indica una decapitación por Juego de Tronos, Frederick Starks, es sorprendido por una carta anónima en la cual se le indica el principio del fin a manos de un seudónimo particular. La novela está inmersa en seudónimos y dobles sentidos con paralelismos a su trabajo como psicoanalista.
Con un nombre que ya indica una decapitación por Juego de Tronos, Frederick Starks, es sorprendido por una carta anónima en la cual se le indica el principio del fin a manos de un seudónimo particular. La novela está inmersa en seudónimos y dobles sentidos con paralelismos a su trabajo como psicoanalista.
¿Qué tiene de especial el personaje de Rumpeltitskin? Que al igual que la creación de los hermanos Grimm, es el antagonista del cuento de hadas en que estaba inmerso el protagonista principal. El villano, por llamarlo de alguna manera, tiene como dos bazas principales a dos personajes más que le ayudarán a atribular la existencia de Frederick.
Apoteósico
El ritmo vertiginoso de la trama en el descenso al infierno y de toda la maquinaria para que esto ocurra al pobre Stark, dejará anonadado al lector, además de la sensación de impotencia con la clara sintonía de empatía por si nos pasara en nuestra propia piel.
Veremos como Starks se mueve al ritmo y en la línea que marcan los tres antagonistas, adelantándose a cada paso como un escenario bien orquestado por los mismos.
Todo para intentar averigüar quien es Rumpeltitskin y salvar la vida en quince días. Cosa que no será así. Y esto no es un spoiler. Es el aviso de que, a partir de este punto, será el fin de la vida de una persona, cuando la novela adquiere tintes, cual ave fenix, para demostrar al lector, a las editoriales y al mundo, que John Katzenbach es el genio del thriller.
Comentarios
Publicar un comentario