La mujer y el hombre como seres libres (Ética)

Para realizar un análisis coherente de los valores morales del último artículo de filosofía, se necesita explicar el desajuste del hombre con el medio y así poder desarrollar la idea de lo que se denomina, en el ejercicio ético de la filosofía, la libertad.

¿Qué es la libertad? Jean Paul Sartre nos dijo lo siguiente:

"El hombre es un ser condenado a la libertad"

El animal está determinado por sus pautas instintivas y, como tal, está perfectamente ajustado al medio. Los estímulos, entendiendo como estímulo aquello que le rodea y modifica sus órganos sensoriales, desencadenan un comportamiento determinado del que prácticamente no se puede separar.

El primer beso, obra del pintor Salvador Viniegra, también conocida como Adan y Eva. - Fuente

Lo mismo ocurre con las termitas-soldado: no pueden evitar lo que hacen, luchar hasta morir ante un peligro que aceche a su termitero. 

Es por este motivo que los animales de una misma especie tienen un comportamiento idéntico en todas las latitudes, y lo han tenido a lo largo de su historia. Si existe alguna diferencia a la hora de actuar entre animales de una misma especie, se debe a las características del medio en que viven para sobrevivir como, por ejemplo, las aves que construyen un nido de la misma forma pero con distintos materiales. La calefacción central será siempre la misma pero con un combustible distinto.

El comportamiento humano

En el ser humano no existe tal acoplamiento. Ante un estímulo el ser humano tendrá distintas formas de actuación, en la cual estará forzosamente obligado a elegir, sea por omisión o actuación. Si tiene un plato de lentejas delante, podrá comer o no, podrá declararse en huelga de hambre o no, podrá desheredarse como un gilipollas o no.

Y esto le ocurre al ser humano siempre. Incluso en este preciso momento, puedes elegir seguir leyendo o no, elegir compartir este artículo en redes sociales o no, ejem. O suscribirte, ejem, ¡ejem!

Lo que es patente es que el ser humano se encontrará siempre ante un abanico de posibilidades, unas veces mayor y otras menor, entre las cuales debe elegir. De ahí la frase de Jean paul Sartre.

Tampoco se trata de que realice la elección o la acción de forma consciente, dándose cuenta de que lo hace, aunque la mayoría de las veces sí. Algunas elecciones son mecánicas y otras meditadas. Se puede elegir, inconscientemente, estar en Babia como una forma mecánica de elección: véase, sino, el comportamiento político en nuestro país, viven todos alelados.

La mujer y el hombre como seres libres

La palabra libertad es una palabra muy rica y compleja que tiene significados muy distintos dependiendo del contexto en que se utilice.

Que los seres humanos sean libres, en el sentido más radical y primario, significa que, en las distintas situaciones ante las que se encuentra, posee diversas posibilidades de actuación entre las que tiene que elegir. Si la mujer y el hombre no fuesen libres en este sentido primario y radical no existiría la libertad en ningún otro sentido.

Y la libertad no está reñida con las imposiciones que todo ser humano padece. Se nos impone la vida misma, no elegimos nacer o no; o la época histórica, una cultura, un país, una sociedad, una familia, una educación, un sexo, un cuerpo que posee unas características y capacidades concretas.

Ortega lo denomina circunstancia, y citamos:

"Al conjunto de elementos entre los que el ser humano está necesariamente situado y que forman parte de su yo".

Pero no se le impone cómo vivir esa vida ni esa circunstancia. Eso lo tenemos que decidir nosotros. Es el ser humano que tiene que decidir cómo va a vivir esa vida que se le ha impuesto en forma de circunstancia.

Ortega y Gasset en un fotografía
tomada por la prensa en los años 20 - Fuente

Si no somos libres para elegir qué nos pasa, sí que lo somos para responder a lo que nos pasa de una u otra manera. Los seres humanos, a diferencia de objetos inanimados y animales, podemos inventar y elegir nuestra propia vida.

Y si somos libres también somos responsables. Cada acto o cada decisión tiene sus consecuencias, dejan huella en el mundo que nos rodea y, sobre todo, nos construye a nosotros mismos de una determinada manera. Cada uno de nuestros comportamientos nos va inventando, nos va realizando como somos. Si mentimos, engañamos a los demás (huella en el mundo), haciéndonos a nosotros mismo mentirosos, nos construimos como mentirosos. Si ayudamos a los demás (huella en el mundo), pero nos hacemos a nosotros mismos solidarios, nos inventamos como solidarios.Y así, sucesivamente.

La frase"uno acaba siendo lo que finge ser", no va muy desencaminado en el sentido negativista.

¿Pero qué es aquello que nos indica unos criterios de elección? Lo veremos en el siguiente artículo.

Continuará...