Americanah de Chimamanda Ngozi Adichie



Con su prosa ágil y cercana, Chimamanda Ngozi Adichie, nos mete en la piel de Ifemelu, nos hace llorar junto a ella, nos descubre su rabia e impotencia, hace que sintamos su risa. Una obra maestra de la literatura moderna que acumula entre otros el premio de la crítica estadounidense.

Hay un antes y un después en mi vida, antes de haber devorado esta maravillosa novela y el después de haber leído su última página. Creo que sobra decir que me ha encantado. Americanah nos habla de la vida de Ifemelu y Obinze, dos adolescentes nigerianos que se enamoran siendo adolescentes, tras su noviazgo de instituto al llegar a la universidad sus caminos se separan, sus caminos se separan hasta de continente, pues Ifemelu recibe una beca para irse a estudiar a los Estados Unidos de América, tierra de las oportunidades, mientras que Obinze lleva una vida totalmente distinta en Reino Unido

"Era verdad que el tejido de su propia historia no aparecía bordada a la raza; no la llevaba grabada en el alma."

Ifemelu se convirtió en negra cuando llegó a los Estados Unidos. No es que la piel de Ifemelu fuese blanca antes y al bajarse del avión en U.S.A. por arte de magia se tiñese de negro, es simplemente que Ifemelu, la maravillosa protagonista de la gran Chimamanda Ngoci nunca antes se había sentido negra.

Americanah es el término burlón que utilizan en Nigeria para los emigrantes retornados de E.U. por el acento característico (que han tenido que adquirir en América para no destacar con respecto a los negros americanos) con el que regresan de allí, a los que sus compatriotas los tachan de estirados por las nuevas costumbres adquiridas al otro lado del charco. Esta novela que engancha desde la primera página habla de morriña, de la desesperación de estar lejos de casa, del miedo a no poder salir adelante. Un libro que nos hace sentir, que echa la vista atrás para recordar la adolescencia en una tierra lejana y mira al futuro deseando volver al origen. Una novela que nos hace ponernos la piel de quien ya no tiene claro de a dónde pertenece.  

Decía un poco más arriba que Ifemelu empezó a ser negra cuando llegó a los EE.UU., otro tema fundamental a considerar en esta novela es el racismo. Nos describe una sociedad hipócrita que trata de mostrar el racismo como algo del pasado (la nuestra también se lo debería revisar) y se niega a reconocer que aún está muy presente en su sociedad. Desde el síndrome del salvador blanco, hasta el alisado del pelo afro, o la "exoticidad" de las mujeres negras, Chimamanda no se deja nada en el tintero en estas seiscientas y pico páginas, que nos parecerán pocas, y acabaremos cerrando el libro y pensando ¿y qué más?.







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