La cocinera de Himmler de Franz-Olivier Giesbert


La cocinera de Himmler es un claro ejemplo de cómo vender un libro por su título, ya que nuestra protagonista, Rose, si es cocinera pero por muy breve tiempo del alto mando nazi. Un libro que en su introducción nos lo presentan como hilarante, que aunque si tiene un toque de humor no llega a ser lo prometido, al menos desde mi punto de  vista.


Esta novela del escritor francés Giesbert nos relata los acontecimientos más sangrientos del siglo XX a través de Rose una anciana de 105 años que logró escapar con tan sólo 8 años del genocidio armenio llevado a cabo por los turcos de 1915 a 1917, que al llegar a esta edad tan avanzada decide poner por escrito todo lo que vivió. Así en forma de diario personal nos presenta su vida. 

Es una novela adictiva, dispuesta en capítulos cortos que te hace querer leer el siguiente. Franz-Olivier Giesbert nos presenta una mujer fuerte que no cree en nada salvo en las fuerzas del amor, de la risa y de la venganza. Me gusta la visión del mundo de nuestra protagonista que se cae y se levanta, emprendedora e independiente aunque no parece evolucionar mucho a lo largo de toda la novela, excepto porque cumple años. Otra pega que he de añadir a la novela es que a pesar de que me resulta interesante cómo enfoca el autor la personalidad de Rose, me ha dejado un poco en shock el hecho de que parece que no le remueve nada por dentro el hecho de que la hayan violado, por mucho que a una mujer le encante el sexo, una violación siempre deja huella y a nuestra protagonista ni le afecta. Encontramos además una historia de amor en la que Rose está dispuesta a sacrificarlo todo y a humillarse si es necesario. También hace saltar mi alarma feminista la necesidad que parece tener de rivalizar con otras mujeres y el hecho de que a lo largo de su vida sólo coseche una amistad femenina sin llegar a ser profunda. Además la novela salpicado constantemente de estereotipos de género a pesar de la aparente independencia de nuestra protagonista. En definitiva se nota mucho que el autor es hombre.

Soy como esas flores indestructibles que echan raíces en muros de cemento.

Pero no todo es malo, me encantaron los tintes de metanovela que tiene esta obra, una protagonista que lee y la mención a grandes obras de la literatura a lo largo de todo el libro. Destacable la aparición de Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre como personajes secundarios. En cuanto a los hechos históricos están bien documentados introduciéndonos en los hechos de una forma muy amena y sin arriesgar, ya que no llega a profundizar del todo. 

En resumen, una lectura adictiva con una prosa ligera, que resume brevemente la historia del siglo XX, sobre todo en lo que se refiere a Francia. Al final del libro vienen las recetas más famosas de Rose lo que le da un punto original.

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