La Retornada

"No tienes culpa si dices la verdad. Es la verdad lo equivocado"

Cuando me dispongo a reseñar un libro que me ha tocado de alguna forma mis adentros siento un nerviosismo especial,  quiero que se refleje en mi reseña la impresión que ha dejado esa lectura. Y esto mismo es lo que siento al reseñar "La Retornada". 

Donatella Di Pietrantonio firma está novela, de prosa ágil y lectura adictiva. Una historia dolorosa, cruda y angustiosa, pero al mismo tiempo emotiva y esperanzadora. El epicentro de la novela; el desarraigo.

La Retornada es como llaman (o llamaban) en el pueblo a la protagonista de está obra. El motivo, fue retornada a su verdadera madre. Retornada también de la ciudad en la que vivía al pueblo dónde nació, retornada de una vida acomodada a una de carencias, de la playa al campo, de la riqueza a la pobreza, retornada a una familia numerosa de la que ignoraba su existencia, y esto con trece años.

Donatella nos narra la historia en primera persona, desde el hoy mirando al ayer, y nos habla con un lenguaje directo, rememorando aquello que más marcó a la joven retornada.

He tenido que dejar respirar la lectura para poder hablar hoy del libro, en el que las emociones intensas de la adolescencia se perciben con fervor. 

La incertidumbre nos acompaña a lo largo de la lectura, la duda, el no comprender los motivos ni los porqués. Al retornar al pueblo dónde nació, y reencontrarse con una familia desconocida para ella, la Retornada, se encuentra con una vida difícil, una habitación que compartir con más hermanos y peleas por la comida a los mediodías. Se encuentra también con el no saber a dónde pertenece, privada del afecto de una madre (que no es verdadera), de sus amistades y de su entorno, se da de bruces con una madre endurecida por la vida, sin amigos y con un nuevo entorno, hostil, que no se corta al recordarle que ella no pertenece allí.

Pero no todo es dolor, la sosoridad se personifica en el personaje de Adriana, la hermana menor, que la vida la ha hecho madurar demasiado temprano, acostumbrada al trabajo duro y las palizas, hará que la Retornada sea consciente de su suerte al haber sido cedida al poco de nacer. Juntas construirán una amistad que perdurará en el tiempo, cuidarán la una de la otra y nos recordarán que las relaciones más bonitas se construyen entre hermanas (por muy diferentes que sean).

"Era hija de separaciones, parentelas falsas o calladas, distancias. Ya no sabía de quién provenía. En el fondo tampoco lo sé ahora."

El reencuentro con su falsa madre y los momentos de confidencias con la verdadera, un hermano menor discapacitado, la profesora que luchará por que continúe con una educación superior y una extraña relación con su hermano Vicenzo dan vida y credibilidad a la novela ambientada en la región del Abruzzo.

Pietrantonio nos conduce con una magnífica prosa hasta el desenlace, mantenimiento la tensión en todo momento. Un final que nos muestra que la vida hay que aceptarla como es y adaptarse a las circunstancias, por difíciles que sean. En definitiva, la primera novela que leo de Donatella Di Pietrantonio me ha dejado deseando volver a leer más de esta autora italiana.

"El mundo que había conocido se desplomaba alrededor, pedazos de cielo se abatían sobre mí como decorados ligeros."