El evangelio del mal de Patrick Graham

Si un economista y experto en religiones desea realizar la síntesis del terror y de la maldad ese es Patrick Graham. Borda una novela de terror puro al más estilo Stephen King con toques de Dan Brown.

Este novelista Franco-Canadiense, tiene todas las herramientas para ser el digno sucesor de cualquier escritor sobre el género, pero con un grandísimo PERO.

Terror psicológico


Es un arte que pocos dominan y que como pionero había sido el mismísimo Edgar Allan Poe.

La historia se centra en Marie Parks, una visionaria de asesinos itinerantes con varios casos resueltos a sus espaldas, y un monje exorcista que viaja desde la amazonia con orden del Vaticano para enfrentarse a las fuerzas del mal, como mayor experto en la materia, pues claro.

El quid de la cuestión es que la novela en sí, nos traslada con buenos trucos narrativos al siglo XIV, al siglo de la peste negra, en donde el mal se cernía sobre la tierra en forma de maldición y de cambio para destruir la iglesia católica desde los cimientos.

Las transmigraciones temporales son soberbias para entender la época en que actualmente tiene el necesario conocimiento del verdadero mal. La contextualización y el funcionamiento de las logias al igual que los claustros son verdaderos frescos de la época.

Desde el inicio, aparece en escena un personaje oscuro que se confunde con un asesino sanguinario que se sucede a los largo de los tiempos y que le da un toque totalmente aterrador al libro haciendo que el conocimiento del autor para mostrarnos unas breves enseñanzas forenses y de modus operandi de distintos asesinos, nos pongan los dientes largos para lo que luego puede suceder pero...

Segunda parte al estilo Dan Brown

...pero la gran decepción es que, a pesar de las regresiones para ambientarnos al 1348, lo que el autor nos propone es una copia absurda de Ángeles y demonios. Sustituimos la anti-materia por el evangelio de Satán et voilá. Ya tenemos una verdadera cagarreta superpuesta en la cima de un palo.

Eso sí, sin que desaparezca el tinte sobrenatural con un giro argumental bien inesperado.

Además hay que sumarle que el autor se ha currado la idea de la sociedad secreta del Humo Negro, seguidores de Satán, que no se sabe muy bien qué figura en toda esta trama enrevesada con las fuerzas demoníacas. No queda nada claro la relación de la sociedad secreta, el deseo de la destrucción del Vaticano y el monje sobrenatural.

No tengo nada en contra Dan Brown. Solo que es un vendedor de humo de media peseta y que escribe capítulos tan cortos que parecen párrafos o esquelas. Pero Patrick Graham destaca en que es capaz de destrozar una historia con un grandísimo potencial, con una primera mitad del libro soberbia para cagarla estrepitosamente con los entresijos e iniquidades vaticanas.

Parece una mezcla entre El exorcista y Ángeles y demonios o El Código Da Vinci.

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