Marcos Chicot. Un proyecto de Vida para Lucía (Megapost)

Marcos Chicot con Lucía - Fuente

Pocos escritores tienen la tenacidad de realizar un proyecto tan ambicioso y tan calculado para poder vivir de ello. Muchos menos para ser un súper-ventas. Y pocos con la suerte de tener el hado de una hija que determine un camino, su luz; que plantee un horizonte a seguir en el duro mundo editorial y triunfar de forma contundente.


El asesinato de Pitágoras

No se puede hablar de El asesinato de Pitágoras de Marcos Chicot sin hablar de su hija. Lucía nació con síndrome de Down y les obligó, tanto a su esposa como a él, a reencontrar su sitio en el mundo exterior y en el interior, como dice textualmente en su biografía dentro de su página oficial. En la misma hay un vídeo en el que habla, de forma muy instructiva y amena, para el que quiera conocer la positiva realidad actual del SD .

El torbellino de pensamientos desembocó en uno solo. Después de doce años como escritor ocasional, compaginándolo con su trabajo de economista y psicólogo clínico, decidió aparcar todo para dedicarse a su familia y a la escritura. Necesitaba una idea para poner el proyecto literario en marcha y darle un futuro a Lucía.

Marcos Chicot explica en el epílogo de su libro que desde el instituto siempre se había preguntado cómo Pitágoras, creador de su famoso teorema, no fuese capaz de dilucidar que Pi es 3,14 en lugar de 3 y algo más. Este fue el germen de la idea que necesitaba, y un rival coetáneo de Pitágoras que fuese capaz de calcularlo con la sabiduría de la época.  Además,  para dotarlo de mayor interés, el enfoque de thriller era necesario para no caer en una novela anodina con toques dogmáticos o excesivamente filosóficos dentro del pitagorismo del 510 a.C.

Tras dos años de documentación, mientras llevaba a su hija a la guardería, a estimulación y fisioterapia, trabajaba en su novela en las salas de espera. Luego se le sumaron matronatación y logopedia, dejándole espacio para comer unos sandwiches en los traslados. Obviamente el hecho de sumar un día más a la semana, los sábados, y dos horas más, hasta doce al día, para escribir el libro, no sería nada descabellado que un proyecto tan ambicioso lo terminase en sólo dos años. Extenuante y reconfortante fue su recompensa a partes iguales. Pero no era suficiente.

Chicot decidió reescribirla para sacarle todo el potencial. Le dedicó un año más y convertirla en la mejor novela que hubiese escrito jamás.

Una vez terminada, desechó la idea de hacer un «lanzamiento de prueba» a través de una editorial o una tirada promocional sin visos de arrancar en plena crisis económica del 2012. Recurrió a los concursos literarios, al Premio Planeta y, paralelamente, como plan B, a internet. Chicot conocía bien el auge de la literatura digital. Era el futuro. Si no tenía resultados en el concurso de mayor dotación del mundo en lengua castellana, podría intentarlo por otra vía.

Tras la notificación de estar entre los diez finalistas paralizó su proyecto en internet para asistir a la gala y conocer el resultado. Le ayudaría a conocer si tenía alguna oportunidad en el mundo editorial. Cosa que no ocurrió.


La magia de la auto-publicación como excepción a la regla

 Tras la decepción en el Premio Planeta, más por el amiguismo y por la supuesta falta de fondos para no publicar El asesinato de Pitágoras, Chicot no se rindió, y Lucia en su pensamiento, tampoco.

Retomó su proyecto de vida para la auto-publicación en ebook. Tras una exhaustiva documentación de lo que escribían los gurús sobre tendencias tecnológicas y los escritores que tenían éxito en internet, aprendió cómo publicar en esta plataforma digital con la misma calidad que lo haría una editorial. Contrató un desarrollador web para ayudarle a publicar en internet con la misma profesionalidad como lo hacían los mejores de EE.UU.

El 6 de abril de 2013 El asesinato de Pitágoras vio la luz.
La respuesta fue brutal:
  • En mayo de 2013, se convirtió en el ebook en español más vendido del mundo.
  • El mismísimo Dan Brown publicó Inferno poco después, y sorprendentemente su ebook en español se quedó por detrás.
  • El asesinato de Pitágoras siguió siendo nº.1 en Internet durante cinco meses batiendo récords de venta para una novela en español.

Marcos Chicot habla de El asesinato de Pitágoras
en el canal de Youtube de Duomo Ediciones

La editorial Duomo, una editorial española que forma parte del grupo Mauri Spagnol, que es uno de los tres grupos editoriales más grandes de Italia, firmó un contrato bajo las condiciones de Marcos Chitot, haciendo alusión a un «Proyecto para la vida de mi hija»:

«Por eso quería mantener los derechos digitales de la novela en español, así como en inglés (hacía un mes que había contratado una traductora con la intención de publicar la novela en Internet también en inglés). También insistí en que quería formar parte del equipo de trabajo que diseñara la portada y todo el material promocional de la novela. Tomaron nota de mis peticiones y dijeron que las trasladarían al director editorial, que era quien tomaría la decisión final.

»Al día siguiente me llamaron. El grupo accedía a todas mis peticiones. Cuando colgué el teléfono, pegué tal grito de emociones contenidas que los vecinos debieron de pensar que me había vuelto loco».

Después de la primera aventura tanto en la realidad como en la ficción, Chicot continuó escribiendo su nueva novela con la inquietud de explorar una historia que nos acercase a los misterios de la mente humana aprovechando la coyuntura de El asesinato de Pitágoras. Para mi sorpresa, leyendo en su página oficial, explica que son obras autoconclusivas y que ambas ahondan en temas distintos.

La Hermandad

Marcos Chicot había confirmado que La Hermandad no era la segunda parte de El Asesinato de Pitágoras, sino una historia independiente, desde una perspectiva narrativa diferente, con un telón de fondo de las nuevas tecnologías respecto a los últimos avances en computación neuromórfica.

Al ser licenciado en psicología clínica y ser un escritor con grandes inquietudes narrativas, quiso aprovechar dos frentes temporales para explicarnos que la perspectiva cognitiva, inherente en todo ser humano, puede ser maleable y tener unos efectos que pueden resultar devastadores para el individuo. Una lección que puede ser sumamente fantasiosa y efectiva dentro de la trama de La Hermandad, porque una de las dos líneas temporales utiliza los personajes de El asesinato de Pitágoras, aunque no por ello deja de ser una historia de suspense interesante con un desenlace desgarrador.

«La mente lee el cerebro como si fuera un libro. La mente se va haciendo consciente de su contenido según se va leyendo».

Chicot nos plantea el gran interrogante: ¿Cómo surge la consciencia a raíz de la materia y la energía?
Nos explica que el cerebro y la mente son dependientes entre sí y que interactúan entre ellos. La mente puede escribir en el cerebro y el cerebro leer la mente. La actividad cerebral hace que la mente emerja del mismo y lo plantea como el gran interrogante de la ciencia.

En La Hermandad, el escritor se centra en la estimulación cognitiva, que es una característica denominada plasticidad neuronal para estimular las conexiones neuronales. Los protagonistas investigan sobre el hecho de que el cerebro sea maleable y la posibilidad de utilizar esto tanto con fines positivos y negativos, manipulando a las personas hasta extremos que la mayoría de la gente no imagina que sea posible.
«Nos vamos convirtiendo en lo que pensamos»

Chicot continúa con la idea que nuestros pensamientos no están ahí por decisión nuestra. Nuestro cerebro y, por tanto, nuestra mente, se va moldeando de un modo que no decidimos. Si no somos conscientes de esto y no nos paramos a reflexionar, nos iremos convirtiendo en las personas que otros quieren que seamos y no en la que nosotros queremos ser. Caeremos una y otra vez en las redes de manipulación que tienden otros: campañas de publicidad, campañas políticas y, en casos extremos, las sectas y sus lavados de cerebro o, simplemente, opiniones de otros que aceptemos sin filtrar. Nuestras ideas y nuestra escala de valores se irán moldeando al margen de nuestra voluntad.

El cambio continuo es inevitable, pero mediante el aprendizaje, la reflexión y la autodeterminación, podemos coger las riendas de ese cambio.


El siglo XXI es el siglo del cerebro

 Textualmente nos dice Chicot en su vídeo Descubriendo el cerebro :

«El Human Brain Project se inauguró en octubre de 2013 y su duración prevista son diez años. Si todo transcurre como se espera, en 2023, se reproducirá en tiempo real el comportamiento de cada una de las cien mil millones de neuronas y sus mil millones de millones de conexiones. Será una herramienta fabulosa para obtener una diagnóstico más precoz y preciso y para acelerar la investigación en las causas y el tratamiento de enfermedades y trastornos como el Alzheimer, el Párkinson, la epilepsia, la demencia, la depresión. También nos ayudará a entender mejor la relación entre la actividad del cerebro y nuestras experiencias subjetivas, es decir, nos permitirá avanzar en la comprensión de la consciencia».

Cuando habla de la computación neuromórfica («con la forma de las neuronas, o con la forma del sistema nervioso»), nos habla de forma análoga al estudiante protagonista de La Hermandad haciendo alusión al gran descubrimiento de la mecánica del cerebro humano y de sus aplicaciones en medicina.

Chicot nunca dejará de sorprendernos. Si con su primera novela, en la primera parte de este ciclo de artículos, hablaba de su odisea matemática y digital (ebook), ahora la situación se invierte. Convertir la psicología matemática en odisea.

En esta ocasión, tras el éxito cosechado, quiso experimentar en una disciplina que domina a la perfección, la psicología y la mente, con el inciso, además, de pertenecer al prestigioso grupo Mensa, que también menciona en su libro.

Quedarían, aún, unos pocos años para el momento álgido de su carrera. El proyecto de vida para Lucía acababa de comenzar.

Marcos Chicot - Finalista del Premio Planeta 2016

«Hace cuatro años también estuve en esta gala y quedé en cuarta posición. Como fue un resultado prometedor decidí reincidir como asesino de filósofos y esta vez le ha tocado el turno a Sócrates (...) A mí me gusta empezar con las dedicatorias antes de comenzar con el texto. A mi hija Lucía porque tu luz es la más brillante, a todas las personas con discapacidad, a sus familiares y amigos y a todos los que nos hacen la vida un poco más fácil (...) Además, si no fuera por Lucía, yo no sería escritor».

 Discurso de Marcos Chicot en los Premios Planeta 2016.


El asesinato de Sócrates

Con la inercia de su trabajo en alza y con el empeño de escribir una novela que pueda servir para el futuro de Lucía, planea su siguiente trabajo: El asesinato de Sócrates.

La montó en tres niveles. Quería lectores con ojeras, según sus palabras. Un thriller que generase el boca a boca. Una novela que mantenga la tensión de principio a fin y que entretenga. El segundo nivel debía ser la reconstrucción histórica, ubicada en el Oráculo de Delfos que, junto con el hilo dramático de un niño que nace destinado a morir en el seno de Esparta, entretuviese al lector. El decorado debía entretener con el fin de enseñar cosas de la época clásica más importante y mostrar todos los aspectos más destacables: el teatro de Atenas, el Oráculo de Delfos, los Juegos Olímpicos, la primera democracia del mundo, etc.

Nos confirma que no se toma ninguna licencia literaria. Reconstruye, fielmente, la Grecia de la Hélade con fuentes históricas fidedignas. El objetivo es ser riguroso en la reconstrucción del escenario.

El tercer nivel es el de sustentar el proyecto de vida. Elegir la figura histórica, Sócrates, como referente moral y resucitar el personaje, como resucitar las enseñanzas que siguen vigentes en la actualidad.

«Los tres niveles entrelazados de forma natural, integrados en un duro esfuerzo, convertidos en elementos de la trama para entretener, no para enseñar. Al llegar al final del libro, esas pinceladas forman un fresco que nos muestran el legado de la Grecia clásica y del pensamiento socrático».

Eligió Grecia en lugar de Roma, porque es la cuna de nuestra civilización. En esa época se alcanzó la excelencia y la perfección de las artes y el pensamiento filosófico. En pocas décadas, en un lugar muy concreto, en Atenas, se alcanza la perfección en arquitectura, escultura, pintura, música, teatro, medicina, historia, filosofía, política, etc.
«La democracia es la dictadura de los demagogos»

Premios Planeta

¿Qué ocurrió en el 2016?

En primer lugar, es indudable que en el historial de premios, en un importante porcentaje, lo que mayormente me llama la atención es el renombre de los ganadores y finalistas (amiguismo): Javier Sierra en 2017, Dolores Redondo 2016, Ángeles González Sinde Accésit 2013, Lorenzo Silva 2012, Javier Moro 2011, Eduardo Mendoza 2010, Ángeles Caso 2009, Fernando Savater 2008, Boris Izaguirrre Accésit 2007.

El espíritu del concurso que figura en las bases en su página web dice lo siguiente: Editorial Planeta, en su propósito de coadyuvar al auge de la producción novelística española, convoca su xxº Premio anual para novelas inéditas escritas en castellano. Podrán participar en este concurso todos los escritores, cualquiera que sea su nacionalidad, que presenten novelas originales, inéditas y escritas en castellano.

 Y es precisamente este artículo en las bases lo que me despista. 2.ª PRESENTACIÓN DE OBRAS AL CONCURSO: El sobre únicamente irá cerrado en las novelas presentadas bajo seudónimo, y permanecerá invariablemente cerrado a excepción del correspondiente a la novela que obtenga el Premio Planeta y a la que quede finalista. Se considerará que la presentación al Premio Planeta bajo seudónimo se efectúa a los solos efectos del desarrollo del concurso hasta su fallo.

Presentación de los premios en Madrid - Fuente
Si bien no dudo de la calidad literaria de autores anónimos que hay en nuestro país. La variedad de los mismos haría especialmente difícil que Javier Sierra ganase el Premio Planeta en 2017 con su novela El fuego invisible. Dicho esto, porque en las redes sociales de lectores mejor posicionadas de internet no pasa de un suspenso. O el criterio del jurado para el último año ha sido paupérrimo o algo raro ha pasado. Esto no lo digo yo, esto es una opinión generalizada por reseñas repartidas en las mejores redes sociales de lectores como pueden ser lecturalia.com o quelibroleo.com.

Con lo cual, la transparencia del concurso, en mi opinión, la veo comprometida porque la calidad literaria no va en consonancia con las opiniones vertidas, que no ventas, en las redes sociales. Yo no me atrevería a llamar ignorante al lector ni me atrevería a apelar a la dualidad cliente/producto porque no existe tal simbiosis. Es decir, que el lector no debe incidir en una obra para que tenga un mejor desenlace o un mejor desarrollo. Me refiero simplemente que la calidad literaria solo responde a la inercia de un concurso que responde en exclusiva a un círculo cerrado en donde los cambios no transigen y sólo se opta por lo establecido en donde un estilo reconocido o insinuado tiene más opciones de ganar que una obra mejor hecha y más trabajada.

Volviendo a El asesinato de Sócrates, sin menospreciar a Dolores Redondo, tuvo que ser el ganador.

No hablo del esfuerzo de realizar una novela titánica, hablo de la capacidad de sintetizar la Guerra del Peloponeso de Tucídides o Diálogos de Platón como ningún otro escritor (salvo Posteguillo) pudiese realizar. Hablo de cordura, señores. Una novela de intriga como Todo esto te daré, puede estar bien realizada, mantener la tensión hasta el final, junto con una ambientación bien pulida, pero en los Premios Planeta lo que abunda es novela negra y novela costumbrista, además de lo mencionado en el párrafo anterior que es lo que sostengo. El jurado no sale de ambos géneros, no sale de una época determinada. El fuego invisible está englobada en la redundancia creativa, aunque la temática sea una pueril imitación del estilo de Dan Brown.

Marcos Chicot sorprendió al mundo con El asesinato de Pitágoras y lo volvió a realizar con la incomprendida La Hermandad. Como colofón final tuvo un merecido Premio como finalista con El asesinato de Sócrates.

De lo que sí podemos estar seguros es de una historia increíble, motivada por una niña, que nos ha permitido conocer una aventura conmovedora.

Sólo nos queda esperar por la última novela en la que está trabajando, ambientada, también, en la época clásica con Platón como protagonista principal para seguir con este proyecto de vida para Lucía.



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