Marcos Chicot. Un proyecto de Vida para Lucía. Parte III

Marcos Chicot - Finalista del Premio Planeta 2016

«Hace cuatro años también estuve en esta gala y quedé en cuarta posición. Como fue un resultado prometedor decidí reincidir como asesino de filósofos y esta vez le ha tocado el turno a Sócrates (...) A mí me gusta empezar con las dedicatorias antes de comenzar con el texto. A mi hija Lucía porque tu luz es la más brillante, a todas las personas con discapacidad, a sus familiares y amigos y a todos los que nos hacen la vida un poco más fácil (...) Además, si no fuera por Lucía, yo no sería escritor».

 Discurso de Marcos Chicot en los Premios Planeta 2016.


El asesinato de Sócrates

Con la inercia de su trabajo en alza y con el empeño de escribir una novela que pueda servir para el futuro de Lucía, planea su siguiente trabajo: El asesinato de Sócrates.

La montó en tres niveles. Quería lectores con ojeras, según sus palabras. Un thriller que generase el boca a boca. Una novela que mantenga la tensión de principio a fin y que entretenga. El segundo nivel debía ser la reconstrucción histórica, ubicada en el Oráculo de Delfos que, junto con el hilo dramático de un niño que nace destinado a morir en el seno de Esparta, entretuviese al lector. El decorado debía entretener con el fin de enseñar cosas de la época clásica más importante y mostrar todos los aspectos más destacables: el teatro de Atenas, el Oráculo de Delfos, los Juegos Olímpicos, la primera democracia del mundo, etc.

Nos confirma que no se toma ninguna licencia literaria. Reconstruye, fielmente, la Grecia de la Hélade con fuentes históricas fidedignas. El objetivo es ser riguroso en la reconstrucción del escenario.

El tercer nivel es el de sustentar el proyecto de vida. Elegir la figura histórica, Sócrates, como referente moral y resucitar el personaje, como resucitar las enseñanzas que siguen vigentes en la actualidad.

«Los tres niveles entrelazados de forma natural, integrados en un duro esfuerzo, convertidos en elementos de la trama para entretener, no para enseñar. Al llegar al final del libro, esas pinceladas forman un fresco que nos muestran el legado de la Grecia clásica y del pensamiento socrático».

Eligió Grecia en lugar de Roma, porque es la cuna de nuestra civilización. En esa época se alcanzó la excelencia y la perfección de las artes y el pensamiento filosófico. En pocas décadas, en un lugar muy concreto, en Atenas, se alcanza la perfección en arquitectura, escultura, pintura, música, teatro, medicina, historia, filosofía, política, etc.
«La democracia es la dictadura de los demagogos»

Premios Planeta

¿Qué ocurrió en el 2016?

En primer lugar, es indudable que en el historial de premios, en un importante porcentaje, lo que mayormente me llama la atención es el renombre de los ganadores y finalistas (amiguismo): Javier Sierra en 2017, Dolores Redondo 2016, Ángeles González Sinde Accésit 2013, Lorenzo Silva 2012, Javier Moro 2011, Eduardo Mendoza 2010, Ángeles Caso 2009, Fernando Savater 2008, Boris Izaguirrre Accésit 2007.

El espíritu del concurso que figura en las bases en su página web dice lo siguiente: Editorial Planeta, en su propósito de coadyuvar al auge de la producción novelística española, convoca su xxº Premio anual para novelas inéditas escritas en castellano. Podrán participar en este concurso todos los escritores, cualquiera que sea su nacionalidad, que presenten novelas originales, inéditas y escritas en castellano.

 Y es precisamente este artículo en las bases lo que me despista. 2.ª PRESENTACIÓN DE OBRAS AL CONCURSO: El sobre únicamente irá cerrado en las novelas presentadas bajo seudónimo, y permanecerá invariablemente cerrado a excepción del correspondiente a la novela que obtenga el Premio Planeta y a la que quede finalista. Se considerará que la presentación al Premio Planeta bajo seudónimo se efectúa a los solos efectos del desarrollo del concurso hasta su fallo.

Presentación de los premios en Madrid - Fuente
Si bien no dudo de la calidad literaria de autores anónimos que hay en nuestro país. La variedad de los mismos haría especialmente difícil que Javier Sierra ganase el Premio Planeta en 2017 con su novela El fuego invisible. Dicho esto, porque en las redes sociales de lectores mejor posicionadas de internet no pasa de un suspenso. O el criterio del jurado para el último año ha sido paupérrimo o algo raro ha pasado. Esto no lo digo yo, esto es una opinión generalizada por reseñas repartidas en las mejores redes sociales de lectores como pueden ser lecturalia.com o quelibroleo.com.

Con lo cual, la transparencia del concurso, en mi opinión, la veo comprometida porque la calidad literaria no va en consonancia con las opiniones vertidas, que no ventas, en las redes sociales. Yo no me atrevería a llamar ignorante al lector ni me atrevería a apelar a la dualidad cliente/producto porque no existe tal simbiosis. Es decir, que el lector no debe incidir en una obra para que tenga un mejor desenlace o un mejor desarrollo. Me refiero simplemente que la calidad literaria solo responde a la inercia de un concurso que responde en exclusiva a un círculo cerrado en donde los cambios no transigen y sólo se opta por lo establecido en donde un estilo reconocido o insinuado tiene más opciones de ganar que una obra mejor hecha y más trabajada.

Volviendo a El asesinato de Sócrates, sin menospreciar a Dolores Redondo, tuvo que ser el ganador.

No hablo del esfuerzo de realizar una novela titánica, hablo de la capacidad de sintetizar la Guerra del Peloponeso de Tucídides o Diálogos de Platón como ningún otro escritor (salvo Posteguillo) pudiese realizar. Hablo de cordura, señores. Una novela de intriga como Todo esto te daré, puede estar bien realizada, mantener la tensión hasta el final, junto con una ambientación bien pulida, pero en los Premios Planeta lo que abunda es novela negra y novela costumbrista, además de lo mencionado en el párrafo anterior que es lo que sostengo. El jurado no sale de ambos géneros, no sale de una época determinada. El fuego invisible está englobada en la redundancia creativa, aunque la temática sea una pueril imitación del estilo de Dan Brown.

Marcos Chicot sorprendió al mundo con El asesinato de Pitágoras y lo volvió a realizar con la incomprendida La Hermandad. Como colofón final tuvo un merecido Premio como finalista con El asesinato de Sócrates.

De lo que sí podemos estar seguros es de una historia increíble, motivada por una niña, que nos ha permitido conocer una aventura conmovedora.

Sólo nos queda esperar por la última novela en la que está trabajando, ambientada, también, en la época clásica con Platón como protagonista principal para seguir con este proyecto de vida para Lucía.


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