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Si se puede mencionar alguna novela ambientada en la Guerra Civil y sientas que estás en la Guerra Civil, es esta. Por lo menos en el ámbito literario al que se refiere.
El toque de novela de espías o, mejor dicho, agente doble, es magnífico, recreando las dos facciones predominantes hasta el punto de esclarecer ciertos puntos que quedan oscuros para el que no se haya adentrado en esta contienda bélica novelesca.
Veracidad y rigor
El punto más destacado es la ambientación y el esclarecimiento de todos los tejemanejes de ambos bandos. El nacional y el republicano. Explicando el autor que sub-facciones hay en los mismos como puntos importantes para entender la trama en que se desarrolla y el ambiente de carnicería que se ha vivido.
Los personajes de la época, sin desmerecer el estilo del autor, tienen un desarrollo demasiado rancio, simple, chulesco, a cada cual en su estilo. El único que evoluciona es Falcó, que pasa de ser un hombre sin escrúpulos a tener alguno menos. Chulo de putas, es el nombre real de Falcó, y mujeres de virtud fácil predominaban en ambos bandos. Qué tendrá Falcó para que todas se bajen las bragas...
Los malos malosos de la novela tienen una característica en común: conversaciones intensas y escuetas. Los personajes secundarios: con valores y conversaciones más escuetas; y la voz en Off es la que más habla en la novela.
Lo destacable es el olor a tensión, a guerra, a una falta total de miramientos a la hora de fusilar. Sin juicio demostrable previo, ya que Reverte no se molesta en adentrarse en este mundillo judicial.
Falcó
Pero la pregunta es, ¿por qué me ha gustado, en realidad?
Porque la prosa es ágil, fresca, en presente (difícil de escribir en ese tiempo verbal); las páginas se devoran a toda velocidad y la trama, lejos de ser empalagosa o lenta, es cercana a la velocidad de la luz, pero incidiendo demasiado en cosas tan prosaicas como el sexo, cada vez que ocurre. Ya sabemos, Sr Reverte, que es fácil caer en esta clase de recreaciones, pero hay otras que se echan de menos, como por ejemplo en el ámbito histórico, los juicios previos o lo que le pasó de verdad a Jose Antonio Primo de Rivera.
Sí, ese arte del protagonista que cualquier femme fatale queda absorta por el homme fatale y se muestran ávidas por enseñar la poca virtud que tienen. Incluso en la España católica de las novenas, los rosarios y el recatamiento nacional.
La historia en sí es la de siempre, la de los dobles sentidos y la de los engaños. Con su giro argumental de pacotilla al final pero que no se espera, por supuesto. Reverte tiene el arte de escribir pero no el de asombrar, con lo cual, en lugar de una sorpresa, es más un alzamiento de cejas.
Eva
Con esta segunda parte, Reverte se afianza en la novela negra española, siendo el mayor exponente de la literatura sobre la Guerra civil.
El género de espías, tan manido en este continente, se reinventa para poder transmitir al lector la tensión que se respiraba en el 37 en Tánger con motivo de una misión diplomática para lidiar entre el Manuel Álvarez y el Mount Castle con 30 toneladas de oro de la República.
Esquema
La novela, como la anterior, sigue un esquema básico que parece que le funciona muy bien al autor y es el siguiente:
Falcó queda con el Almirante, insultos, alcohol, explicación de una misión, más alcohol y despedida con retahíla de insultos.
Falcó, de noche, tomando todas las precauciones posibles, unos matones le salen al paso, combate, y huida. A veces, con interrogatorio con crueldad incluida.
Esto no pasa una vez, sino varias. Y es la tónica general que se ve salvada con la profundidad de unos personajes que evolucionan, con sus deseos, pretensiones y sus miedos. Bravo por la originalidad y la redundancia.
Lo otro que se salva, lo otro, insisto, es la construcción de unos protagonistas que han pasado el escrutinio del autor, es decir, que si la primera novela ha tenido éxito, esta segunda necesitaba una reencarnación del realismo de la época junto con el negativismo de aquellos años que quedan perfectamente plasmados en los mismos. La anterior parece más un viaje a toda pastilla con personajes que van y vienen casi sin conocer bien su nombre, con una misión que se va al traste porque así de retorcida es la trama y su autor.
Segunda parte
La historia de "amor" entre Falcó y Eva se ve resuelta en un quiero y no puedo, hasta el clímax final que sólo Reverte entiende. Los sentimientos, ensombrecidos por la ideología del momento, quedan al margen de la misión diplomática y queda patente en toda la novela.
Lejos de desmerecer el mérito de la protagonista por su fidelidad al comunismo, se lee en cada párrafo una moralidad digna de un ensayo o biografía de un luchador o luchadora en contra del holocausto.
La novela, en definitiva, da un giro de tuerca a la anterior profundizando y evolucionando a los personajes a su máxima expresión. La trama, lenta pero disfrutable en todo su esplendor, es un fresco del Tánger de la Guerra española, aunque se echa de menos algún tipo de costumbrismo (sólo se percibe un atisbo). Aunque si bien la reflexión moral de algunos personajes en la trama que circunda al momento presente, es apasionante por el grado de realismo que se puede respirar en algunas páginas y la solemne determinación de los marinos, fieles a su empeño, y fieles a las órdenes.
Se agradece el aumento de las conversaciones de los protagonistas así como su esperanza de vida sin que haya un carácter de personaje secundario y con una psicología propia que bien cualquiera podría identificarse con ellos.
El final, un tanto abrupto y dejando libre cualquier interpretación moral, nos depara un apoteosis literario que no dejará indiferente a nadie.
Con esta saga, Reverte se afianza de pleno en la novela negra española ambientada en la Guerra civil.
Hay un paralelismo claro entre la trama de esta tercera parte: Sabotaje y el Premio Planeta 2010: Riña de gatos . Una historia es compleja, como una montaña rusa, con una exhaustiva documentación y profundidad en los personajes y la otra es totalmente plana. Ya sabemos como se las gastan en los Premios Planeta.
Sabotaje
Además de las opiniones vertidas en los dos capítulos anteriores de la saga, se puede mencionar que la idea de esta novela sigue la línea de las anteriores.
Una misión y una auto-conclusión al final de la misma. Se podría leer cada novela de forma independiente como ha hecho Zafón con su saga de El cementerio de los libros olvidados. Es fácil retomar el hilo de los acontecimientos aunque lo recomendable es seguir el orden de publicación en ambos casos.
La misión, como menciono en el párrafo anterior, se trata de sabotear sentimientos y emociones materiales y psícológicas con personajes tan conocidos de por medio como Pablo Picasso y la mismísima Marlene Dietrich.
Tal como ocurre en la pelicula Inception de Christopher Nolan, no se trata sólo de germinar una semilla del mal en un objetivo sino de aportar pruebas de forma sinuosa, de ganarse las emociones del perjudicado a pesar de las desavenencias y de las suspicacias de los personajes de alrededor tal y como retrata el gran Reverte con maestría.
Rigor y emociones parejas
Siguiendo la misma línea de chulo putas, Falcó no evoluciona, simplemente trata cada obstáculo como lo haría un lince. Lo estudia, lo observa, aprende y luego ataca.
El resumen de estas tres novelas sigue la línea del párrafo anterior pero se ve sumado que dentro de la previsibilidad no hay nada nuevo, no te esperas lo que va a suceder aunque sea previsible si pasas una tarde viendo películas de los años 40 sobre gánsgters o El Padrino.
Lejos de la fantasiosa mentalidad de aquellos años, Reverte nos dibuja un Paris neutral en donde los cabarets y el costumbrismo del 37 está perfilado con el rigor que este autor sabe impregnar a todas sus obras.
Las emociones que quedan bien perfiladas en cada uno de los personajes, son el reflejo del statu quo de la época. Parejas todas con la inquietud del no saber, del no conocer y de unos deseos imperiosos de que uno u otro bando con sus consignas y derechos, sea el vencedor.
Reverte firma, para mi, un magnum opus con esta trilogía, abierta a la continuación, para los amantes de la novela histórica y del cine negro.
Magnífica reseña como siempre. Analizarla sin contar apenas nada. Es lo que maravilla de ti.
ResponderEliminarFelicidades. Un abrazo.
Muchas gracias, seguiré en esa misma línea!
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