
Cansadas, sí, cansadas del mundo que nos rodea. Cansadas aquí, en España, pero cansadas también en Francia, en la India, en Pakistán, en Afganistán, en México, en Ruanda, en Alemania, en Egipto, en Etiopía. Cansadas, en cada rincón del mundo las mujeres estamos cansadas.
No reseño Cansadas un día como hoy por puro azar. No es el azar, lo que hace que hable hoy el 25 de noviembre, día internacional contra la violencia de género, de este libro de Nuria Varela. Mientras siga siendo necesario un día como el de hoy, seguiremos estando cansadas. Seguiremos estando cansadas de la violencia machista que domina el mundo. Seguiremos estando cansadas de que cada vez que alzamos la voz nos llamen feminazis, nieguen lo evidente, o se burlen de nosotras. Seguiremos estando cansadas, de ser siempre nosotras las que realizan los cuidados, de fregar los platos y de recordarles a ellos que deben asumir su parte del trabajo doméstico. Seguiremos estando cansadas de la violencia de género en todas sus formas, de los feminicidios, del maltrato, del abuso sexual, de las violaciones, del acoso, de la trata, de la justicia y su mirar para otro lado, de los neomachismos. Estamos cansadas de agachar la cabeza. Estamos hartas.
La RAE, que también estamos cansadas de ella, no define cansadas, define cansado, da. Y no me extraña. La Real Academia no es precisamente una institución que tenga aprecio al "sexo débil", como nos definía muy recientemente. Pues las instituciones, el poder judicial, la administración, la política, siguen siendo machistas, como se demuestra claramente día a día en los medios de comunicación. Al patriarcado le incomoda mucho la igualdad. Al patriarcado y al capitalismo, que siempre van juntitos de la mano, les incomoda que nos hayamos dado cuenta que somos objetos de consumo, que seamos conscientes del trabajo gratuito que realizamos, y no estemos dispuestas a seguir haciéndolo, a pesar de que la publicidad, la prensa, Almodóvar y Hollywood traten de vendernos que el feminismo es malo, hemos abierto los ojos, no los vamos a cerrar más.
Al menos, las cansadas de estar cansadas estamos hartas de la política de la crueldad, de los micromachismos y el mito del amor romántico.
La RAE, que también estamos cansadas de ella, no define cansadas, define cansado, da. Y no me extraña. La Real Academia no es precisamente una institución que tenga aprecio al "sexo débil", como nos definía muy recientemente. Pues las instituciones, el poder judicial, la administración, la política, siguen siendo machistas, como se demuestra claramente día a día en los medios de comunicación. Al patriarcado le incomoda mucho la igualdad. Al patriarcado y al capitalismo, que siempre van juntitos de la mano, les incomoda que nos hayamos dado cuenta que somos objetos de consumo, que seamos conscientes del trabajo gratuito que realizamos, y no estemos dispuestas a seguir haciéndolo, a pesar de que la publicidad, la prensa, Almodóvar y Hollywood traten de vendernos que el feminismo es malo, hemos abierto los ojos, no los vamos a cerrar más.
Estamos Cansadas y Nuria Varela expone todos los motivos de nuestro cansancio en este libro. Ya no somos principiantes en el feminismo, nos hemos vuelto expertas feministas. Sabemos que aunque se haya conseguido una igualdad legal, la real sólo sigue siendo un espejismo. Nuria Varela una vez más, nos da armas para luchar. Pone el conocimiento, su conocimiento, con cifras, hechos y experiencias en nuestras manos, y lo hace de una manera ilustrativa y amena. Nos recuerda que cómo mujeres debemos alzar la voz y reclamar el lugar que nos corresponde en el mundo, y no, no es dentro de nuestros hogares, hoy es en la calles.
Salomón no era sabio, Don Juan no era un héroe y Lolita no es una historia de amor.
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Movilización del Paro Internacional de Mujeres 2018 en Montevideo |
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